Iris Global pone de relieve que las últimas crisis económicas han causado que la morosidad en diferentes ámbitos haya ascendido a niveles preocupantes, de tal manera que afectan directamente al flujo de transacciones comerciales e incluso a la estabilidad financiera de muchas empresas que no cuentan con capacidad financiera para soportar altos niveles de impagos.
Esta ha sido la principal causa para el aumento de la demanda de la gestión de recobros. El proceso de recobro puede ser llevado a cabo directamente por el acreedor o a través de una empresa especializada o agencia de recobro, que actúa como intermediario entre el acreedor y el deudor para gestionar el cobro de la deuda.
Dentro del sector, 9 de cada 10 entidades aseguradoras disponen de algún tipo de iniciativa activa para la gestión de recobros. Iris Global destaca que cuenta con un equipo propio de profesionales que ofrecen el servicio de gestión de recobros para lograr compromisos de pago con los deudores y lograr el cobro de saldos de una forma rápida. De las más de 22.000 reclamaciones que ha gestionado, más del 83% han sido recobros realizados. Además, la compañía tiene la ventaja de contar con un equipo jurídico propio que entra en el proceso para actuar por la vía judicial cuando se agota la vía amistosa.
El servicio de gestión de recobros de Iris Global ha demostrado su eficacia y fiabilidad al ayudar a nuestros clientes a recuperar sus activos con rapidez y eficiencia, afirma Sandra Llamas, directora de alianzas de servicios de Iris Global. Nuestros innovadores procesos de recobro, combinados con un equipo de profesionales altamente capacitados y con mucha experiencia, nos permite ofrecer soluciones personalizadas que maximizan la recuperación de deudas mientras mantenemos una relación positiva con los deudores. Este compromiso con la excelencia y la satisfacción del cliente nos ha consolidado como un referente en el sector para brindar resultados excepcionales a nuestros clientes.
Externalizar la gestión de recobros ofrece una serie de ventajas como la capacidad de liberar tiempo y recursos para que los equipos de trabajo se dediquen a lo verdaderamente importante para el negocio como el desarrollo de nuevos productos y servicios o mejorar los ya existentes. Esta reducción de recursos materiales y humanos para llevar a cabo los procesos de recobro suponen un importante ahorro económico para una gestión que puede llegar a ser larga y engorrosa.
Además, una gestión como esta requiere de personal capacitado y con experiencia que muchas veces las compañías no pueden afrontar. Esto garantiza que los procesos de recobro se manejen de manera eficiente y profesional, para aumentar las probabilidades de éxito en la recuperación de deudas y mejorar la eficiencia de los cobros.
Por último, subraya que una gestión de recobros profesional puede manejar las deudas de manera más diplomática y eficaz, para reducir así la fricción y el deterioro en la relación con los clientes, algo crucial para mantener una buena reputación y fomentar la fidelidad de los clientes.
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