Un riesgo para cualquier empresa es que un cliente tenga un accidente en sus instalaciones. Los motivos pueden ser diversos como una mala señalización, un resbalón, etc. Y las posibles consecuencias pueden ir desde una pequeña herida hasta lesiones graves. Aunque la empresa siempre toma medidas para evitarlo, es algo que podría ocurrir.
Para que la empresa esté protegida en este tipo de situaciones debe tener contratado un seguro de Responsabilidad Civil (RC). Este tipo de seguro ofrece protección en caso de que se produzcan daños personales o materiales a terceros. Es decir, si un cliente tiene un accidente y reclama a la empresa, la aseguradora se haría cargo de los costes. O de las gestiones derivadas de una posible reclamación judicial, en caso de que las partes no se pongan de acuerdo.
El cliente tiene el derecho a poner una reclamación y recibir una indemnización por los daños causados por culpa del accidente. Sin embargo, quien se encarga de decidir si paga los daños o no es la aseguradora. En el caso de no llegar a un acuerdo incluso se podría ir a juicio.
Por este motivo, cuando un cliente tiene un accidente debe demostrar lo que ha ocurrido y explicar cuál ha sido la causa. Por tu parte, como empresa, es recomendable seguir los siguientes pasos, como demostración de buena fe y actuación adecuada:
Para establecer una hipotética indemnización por la caída de un cliente, lo primero que hay que determinar es el nivel de responsabilidad de la empresa. Existen tres circunstancias muy concretas que limitarían el derecho del accidentado a cobrar indemnización. De ahí que sea importante haber seguido los pasos anteriormente citados. Estas situaciones son:
De ahí la importancia de documentar lo sucedido, contar con testigos, el parte de hospital o incluso ambulancia que haya asistido in situ.
El seguro de Responsabilidad Civil no es obligatorio para todas las empresas. La obligatoriedad depende de su actividad.
Por ejemplo, las empresas de asistencia sanitaria, de espectáculos, de hostelería y restauración, corredores de seguros o de transporte son algunas que sí tienen la obligación de contar con un seguro de responsabilidad civil, entre otras.
No obstante, para aquellas empresas que no tengan la obligación es altamente recomendable. Como hemos explicado es un seguro que permite salvaguardar los gastos económicos que implica que un cliente sufra un accidente en la empresa. Las coberturas de responsabilidad civil reparan o minimizan los daños causados a terceros.