El consumo fantasma, también conocido como "consumo en standby" o "consumo en espera", se refiere al uso de energía por parte de los dispositivos electrónicos cuando no están en uso, pero aún están conectados a una fuente de alimentación. Aunque cada dispositivo individual consuma solo una pequeña cantidad de energía, el uso combinado de dispositivos múltiples puede sumar una cantidad significativa de consumo de energía en el hogar y aumentar la factura de electricidad.
El consumo fantasma puede ocurrir en una amplia variedad de dispositivos electrónicos, incluyendo televisores, computadoras, reproductores de DVD, cargadores de teléfonos móviles, impresoras, consolas de juegos, microondas, y muchos otros aparatos electrónicos que se mantienen en espera para una acción rápida. A menudo, estos dispositivos están diseñados para permanecer en espera durante largos períodos de tiempo, lo que significa que pueden estar consumiendo energía constantemente, incluso cuando no están en uso. En términos de impacto ambiental, el consumo fantasma es significativo.
La Agencia Internacional de Energía ha informado que el consumo fantasma de los dispositivos electrónicos puede representar hasta el 10% del consumo total de energía de un hogar promedio. A nivel mundial, el consumo fantasma contribuye a un uso excesivo de recursos energéticos y aumenta la huella de carbono de los hogares y empresas.
¿Como reducir el consumo fantasma en el hogar?
hay varias maneras de reducir el consumo fantasma en el hogar. Una opción es utilizar enchufes inteligentes o regletas que permitan apagar automáticamente los dispositivos electrónicos que no están en uso. Estos dispositivos pueden detectar cuando un dispositivo está en espera y cortar automáticamente el suministro de energía cuando no se necesita.
Otra opción es simplemente desconectar los dispositivos electrónicos cuando no están en uso, especialmente si se van a dejar inactivos durante largos períodos de tiempo.
hay muchas maneras de reducir su impacto en el medio ambiente y en nuestra economía energética. Al tomar medidas para reducir el consumo fantasma, podemos contribuir a un futuro más sostenible y responsable.
El consumo fantasma no solo es un problema ambiental, sino también económico. Cada año, los hogares y las empresas gastan miles de millones de euros en electricidad que no están utilizando debido al consumo fantasma. Además, el consumo de energía puede contribuir a la emisión de gases de efecto invernadero y al cambio climático.
Para reducir el consumo fantasma, es importante comprender qué dispositivos son los que más consumen energía en modo de espera. Algunos de los dispositivos más comunes son los televisores, los ordenadores, los cargadores de teléfonos móviles, las impresoras, las consolas de juegos, los enrutadores y los sistemas de entretenimiento en el hogar.
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