Configurar mal los grados, no usar burletes, desaprovechar el ‘efecto lupa’, o cerrar erróneamente las estancias son sólo algunos de los fallos que encarecen tu calefacción y están impidiendo que tu casa se caliente bien.
A continuación te detallamos los principales errores que cometemos en casa, y cómo solventarlos para ahorrar en calefacción.
Regula adecuadamente la temperatura de la calefacción
Se trata de encontrar una temperatura estable y agradable para el cuerpo. No de ir en manga corta y descalzo en casa. Para reducir la factura de la luz y mantener una temperatura confortable, debes fijar la temperatura de la calefacción entre los 19 y los 21º.
Y reducirla en la noche hasta los 16 º, dado que lo más probable es que estés tapado en la cama, y sólo utilices la habitación. También es importante mantener la temperatura, y realizar el menor número de cambios en el día. Es decir, no pases en el mismo día de 16 a 19, y luego a 23º. Trata de unificar el criterio y mantener la misma temperatura el mayor tiempo posible, para hacer un uso más eficiente.
Calienta sólo lo que vayas a usar
Calienta únicamente las zonas que vas a utilizar habitualmente. Con el añadido de que cierres la habitación en cuestión.
Imagina que tienes en casa un baño que no utilizas habitualmente. Un despacho o habitación en la que únicamente entras puntualmente para realizar cualquier cuestión, pero sales con rapidez. En estos casos, debes apagar el radiador de esas zonas.
Pero, además, debes cerrar la puerta, para evitar gasto calórico para un espacio que, en realidad, no necesitas climatizar, pues no utilizas.
Acción que, por la noche, puedes realizar en prácticamente todas las estancias de la casa a excepción de las habitaciones en las que se descansa.
Comprobar el cierre de las ventanas y puertas a zonas exteriores
En ocasiones, las ventanas no están completamente cerradas (o las puertas a terrazas u otras zonas exteriores). Esto genera importantes pérdidas caloríficas, incluso cuando se trata de una pequeña rendija. Por eso es bueno comprobar cada cierto tiempo que, en efecto, las ventanas se encuentran bien cerradas.
Pon burletes
Una medida que puede ayudar especialmente a evitar filtraciones es poner burletes: unas tiras de tela rellenas de algodón y con una cara adhesiva. Pégalas en las hojas de cierre de ventanas y puertas de terrazas.
Buscamos evitar las pérdidas de aire que pueden generarse en las mencionadas rendijas. En ocasiones, estas mini corrientes de aire se producen igualmente, aunque la puerta o ventana en cuestión esté bien cerrada. Con los burletes se impiden estas fugas de calor, de una forma muy económica y sencilla.
¿Tu casa está bien aislada?
En relación con lo anterior, sería recomendable contar con una vivienda eficiente. Aunque esto puede conllevar reformas, es aconsejable que tu casa tenga un buen rendimiento térmico y esté bien aislada.
Utilizar ventanas de calidad (con rotura de puente térmico y buenos cerramientos) que impidan filtraciones, y aislar el techo son los dos elementos que más pueden ayudar.
Según diversos estudios un cuarto de la temperatura se va por el techo, por lo que debemos atender especialmente esta zona, a pesar de que no es una de las que suelen abordarse al aislar térmicamente una vivienda.
Un buen aislamiento nos puede llevar a ahorros de hasta el 70% en nuestra factura. Aislar un piso adecuadamente puede costar alrededor de los 1.200€, aunque depende de multitud de factores como:
- Metros cuadrados
- Ubicación geográfica de la vivienda
- Estado del inmueble
- Elementos de aislamiento previo que ya tiene la vivienda
- Número de estancias
Se calcula, en cualquier caso, que este tipo de inversiones son rentables y se amortizan en torno a los cuatro años de haber realizado la reforma.
No coloques ropa encima de los radiadores
En ocasiones, es común colocar ropa u otros elementos de tela encima de radiadores. En primer lugar, se pierde poder calorífico, por lo que el potencial del radiador para calentar la estancia queda reducido. Pero, además, es una práctica insalubre pues aumenta el nivel de humedad, lo que unido al calor podría generar hongos. Además, la ropa se estropea cuando utilizas este método para secarla.
Para asegurar un óptimo funcionamiento de los radiadores, es conveniente purgarlos cada vez que empieza la temporada de frío. También es importante aprovechar cualquier trabajo de mantenimiento de caldera que puedas tener incluido en seguros, servicios de mantenimiento de las comercializadoras energéticas, etc. En el caso de que tu calefacción dependa de caldera, un funcionamiento óptimo de esta puede generar ahorros por encima del 10%.
Aprovecha el sol y la luz natural
Si durante las épocas del año con temperaturas más bajas el sol incide en tu vivienda, debes aprovecharlo. Trata de subir las persianas todo lo que sea posible, y retira las cortinas, para crear un efecto lupa con el sol y el cristal de tu vivienda.
Esto calentará la estancia en cuestión de forma natural, sin necesidad de utilizar la calefacción durante esos periodos, consiguiendo reducir su consumo.
Si necesitas ayuda para aislar tu casa, no dudes en contactárn
os.