Debemos prestar atención al relleno, pues los hay de diversos tipos con unas u otras ventajas. Acertar con las medidas es el otro gran consejo para adquirir este producto, que hace tiempo adelantó por su utilidad y versatilidad a las tradicionales colchas.
Los edredones nórdicos permiten elegir el relleno. Esto favorece que con un mismo edredón puedas obtener un relleno más o menos abrigado, en función de la época del año, el lugar de residencia o, incluso, dependiendo de tu tolerancia al frío.
También es posible escoger el tipo de acolchado. Esta característica, además de elegir uno más o menos abrigado, permite jugar con la textura. Esto es algo muy personal, pero que puede ser determinante a la hora de escoger un nórdico u otro.
Para los amantes de la decoración, un edredón nórdico permite tener diferentes opciones a lo largo del año, gracias a sus fundas. Y es que puedes ir cambiando la funda con el mismo relleno y así poder tener de varios colores, formas o dibujos.
Si hay una característica que define a los edredones nórdicos es la practicidad. Son muy funcionales especialmente a la hora de hacer la cama. Con solo estirarlos, sin demasiado esfuerzo y con unas simples pasadas con la propia palma de la mano, queda la habitación perfectamente recogida.
Si quieres comprar un edredón nórdico, debes tener en cuenta varios factores. Para empezar, el relleno.
Como hemos adelantado, el relleno es el que marca la capacidad de abrigo del edredón nórdico. Con el añadido de que tenemos materiales más o menos transpirables, con mayor o menor aislamiento, etc.
Aunque todos los rellenos de los nórdicos son ligeros, los de pluma de oca o de pato son los más recomendables en este sentido, además de ser los que ofrecen una mayor calidad.
Son rellenos naturales, más suaves, que ofrecen un calor muy agradable, pero transpirable. La principal ventaja de los nórdicos con relleno de pluma es que son de muy alta calidad, pero son los más caros. especialmente los de pluma de oca.
Están hechos con mejores materiales y su fabricación es más complicada, pero es un edredón con una durabilidad muy elevada, que abriga mucho, pero sin crear un microclima interior, ya que son transpirables.
Si optas por un relleno de microfibra debes tener en cuenta el grado térmico. Hay cuatro niveles que van desde menos abrigado, el 1, al que más calienta, el 4, dependiendo de lo friolera que sea la persona o para qué sitio es el nórdico.
Eso sí, ten en cuenta que es un material menos transpirable, por lo que sí puede crearse un microclima mayor. La principal ventaja de los de microfibra es que se pueden lavar en lavadora sin problema y que son más baratos porque están fabricados con materiales más económicos.
El tamaño del edredón nórdico es también muy importante cuando vayas a comprar. A veces hay ofertas que pueden resultar engañosas, ya que son para edredones tamaño cama de 90. Hay que tener en cuenta que debe sobresalir unos 30 centímetros por cada lado de la cama. Por tanto, para una cama de matrimonio de 150 un edredón perfecto sería uno de 220 x 220 cm.
Por último, las personas alérgicas a los ácaros deben tener en cuenta que hoy en día existen tratamientos específicos para ello en los rellenos de los nórdicos, por lo que no deberían tener ningún problema. En cualquier caso, es recomendable confirmar este extremo con el fabricante, para esquivar incomodidades
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